Pasar unos días en la playa tiene muchos beneficios, descansamos más y mejor, recibimos una dosis extra de vitamina D, el agua del mar limpia nuestra piel, la piel se broncea…
Empieza el verano, ha llegado el calor, tenemos unos días libres… que mejor manera de disfrutarlos que pasar unos días de desconexión y descanso en la playa.
Llevamos todo el año trabajando y nos merecemos estas vacaciones pero ojo, hay que tener cuidado, la playa también nos puede jugar malas pasadas y amargarnos las deseadas vacaciones.
PRECAUCIONES
- No estamos acostumbrados al sol durante el invierno y de repente nos exponemos al sol de manera directa y prolongada. Para evitar las temidas quemaduras y, sobretodo, males mayores es imprescindible la aplicación de la crema solar de alto factor y evitar exponernos en las horas centrales del día.
- Tenemos tiempo libre y es un buen momento para realizar ejercicio físico. Hay que evitar las horas centrales del día y procurar beber agua antes, durante y después.
- Agua, agua y más agua… Es fundamental la hidratación mediante agua u otros líquidos durante los meses de más calor. Aunque no se tenga sed, nos tenemos que acercar a los 2l diarios para evitar deshidrataciones y/o golpes de calor.
- Caminar en la orilla es una de las actividades más realizadas en la playa. ¡Cuidado con las orillas con mucha pendiente y las torceduras de tobillos!
LESIONES MÁS COMUNES EN LA PLAYA
- Lo más habitual son los problemas de pie y tobillo. Nuestro pie no está acostumbrado al contacto directo con el suelo porque usamos zapatillas. El impacto repetido, que hace que nuestra musculatura tenga que trabajar más de lo habitual, junto con la ausencia de amortiguación al no usar calzado hace que la aparición de esguinces, sobrecargas o lesiones como fascitis plantar sean habituales en esta época del año.
- Caminar sobre superficies con desnivel como la orilla del mar provoca una descompensación en la pisada y nos puede afectar a los miembros inferiores (tobillos, rodillas, caderas) y al tronco (columna vertebral). En este caso las trocanteritis junto con los problemas de rodillas son los problemas más frecuentes.