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¡Se me duermen las manos!

Los hormigueos o parestesias en las manos pueden suceder por múltiples causas, llegando a ser incapacitantes o a perturbar nuestro correcto descanso.

En consulta es habitual que se describan sensaciones de hormigueo o de que las manos o parte de ellas, se duermen o se sienten diferentes. Estos síntomas, que pueden ser producidos por múltiples patologías suelen comenzar de una forma moderada e ir empeorando, por ello es importante el diagnóstico precoz y el abordaje adecuado para evitar que empeoren.

Las sensaciones de hormigueos suelen estar asociadas a patología que afecta al nervio, generalmente por compresión. El lugar en el cual se produzca la compresión es el criterio más importante para generar el abordaje correcto. Los nervios como cables recorren todo nuestro cuerpo llevando la electricidad a todas las estructuras, encargándose tanto de la fuerza como de la sensibilidad.

Cuando un nervio se afecta comienza a enviar señales de alerta al cerebro, siendo interpretadas como: dolor, parestesias, hormigueos… etc. Esto se puede asociar además a dolores musculares que están conectados a ese nervio y al no recibir una buena señal o dejan de funcionar correctamente y pierden fuerza o tratan de defenderse y generan dolor.

En este tipo de patologías es fácil que el diagnóstico no sea muy correcto ya que muchas veces se confunden con contracturas musculares o con atrapamientos distales como puede ser el túnel del carpo. En muchos de estos casos  el origen es otro, ya sea la columna cervical o cualquier otra zona de compresión proximal.

Por ello es básico la anamnesis, una buena entrevista con el paciente y una buena exploración y diagnóstico previa al tratamiento.

No te conformes con abordajes poco específicos, exige una valoración y un diagnóstico fisioterapéutico.

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