Cuando caminamos pueden aparecer algunos dolores, muchos de ellos son agudos que aparecen de forma repentina y que tienen que ver con situaciones mantenidas en el tiempo que comienzan a dar síntomas en un momento puntual.
Muchas de las patologías que aparecen en el pie se producen por sobrecargas del tejido que está alrededor o por pequeños mal posicionamientos de los huesos del pie debido a un pequeño golpe o a una mala pisada.
También es importante ser consciente de la anatomía de nuestro pie y del tipo de calzado que utilizamos en el día a día o cuando realizamos actividades deportivas, puesto que si la biomecánica no es del todo correcta y forzamos la posición del pie con un calzado que no corrige la situación se pueden irritar y dañar las estructuras tanto localmente (directamente en el pie) como a distancia (rodilla, cadera, columna).
Por lo tanto cuando aparece un dolor en el pie es importante diferenciar entre las diversas patologías que pueden afectar a esta articulación y a las adyacentes.
Algunos de los diagnósticos médicos más habituales son : La fascitis plantar, esguinces de tobillo, tendinopatias …
Por ello es básico realizar un buen diagnóstico ya que muchas patologías se presentan de manera similar y si no se diferencia bien el origen el tratamiento no será efectivo para resolver el dolor. Si los tratamientos no están siendo eficaces, comienza por el principio.
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