Es probable que alguna vez hayas escuchado que el fisioterapeuta utiliza ganchos como parte del tratamiento así que, para que no te lleves las manos a la cabeza, te explicamos en que consiste esta técnica.
La fibrólisis diacutánea es una técnica instrumental de fisioterapia indicada para los dolores del aparato locomotor cuya finalidad es la de «romper» o liberar las adherencias presentes entre músculos, tendones o ligamentos. El fisioterapeuta sueco Kurt Ekman fue su inventor tras darse cuenta que la fricción con los dedos muchas veces no llegaba a los planos profundos. La fibrólisis diacutánea se aplica sobre la piel y su trabajo va enfocado a restablecer la correcta función y movilidad de la fascia mejorando así el dolor musculoesquelético.
EFECTOS DE LA FIBRÓLISIS DIACUTÁNEA
- MECÁNICOS: liberar adherencias para mejorar el deslizamiento de los tejidos.
- VASCULARES: liberar histamina que ayuda a eliminar el ácido láctico.
- EFECTO REFLEJO: Inhibición de puntos gatillo y normalización del tono muscular.
¿CUÁNDO USAR LOS «GANCHOS»?
- Adherencias fibrosas provocadas por traumatismos.
- Cicatrices.
- Lesiones del aparato locomotor: miositis, tendinopatías (Aquiles, rodilla, hombro…), lumbalgias, fascitis plantar…
QUÉ MÁS TENGO QUE SABER ACERCA DE LOS GANCHOS
- El tratamiento de ganchos rompe adherencias, lo que provoca la acumulación de desechos que deberán ser eliminados. Por ello, se aconseja beber agua o realizar ejercicio aeróbico sin impacto (bicicleta, elíptica, natación…)
- La electrólisis diacutánea es una técnica más dentro las múltiples que existen en la terapia manual y se puede combinar con otro tipo de abordaje terapeútico.
- Aunque es una técnica segura, es importante que el profesional esté formado en su aplicación para no provocar efectos adversos.