Conozcamos nuestras rodillas…
La rodilla es una articulación de carga, tiene dos movimientos principales que son la flexión y la extensión y dos accesorios que son la rotación interna y externa de tibia. Está articulación está compuesta por dos articulaciones a su vez, la femororotuliana y la femorotibial, sin olvidarnos de la articulación tibioperonea proximal que no se considera propiamente de la rodilla pero que puede tener mucha relación biomecánica en la rodilla. Además tiene un sistema capsuloligamnetoso muy complejo y que sufre mucho estrés cuando se saca a la articulación de sus planos anatómicos de movimiento.
Además en la rodilla se inserta y nace musculatura muy potente y que puede generar muchos desequilibrios musculares que pueden generar dolores asociados por descompensaciones entre la cadena anterior, compuesta principalmente por el cuadriceps y la cadena posterior , cuyo grupo muscular más potente son los isquitibiales.
Hay que tener en cuenta también todas las estructuras pasivas que rodean a la rodilla y que están sometidos a mucha tensión y es posible que se lesionen sobre todo realizando actividades deportivas intensas. Muchas de estas patologías de las estructuras pasivas son diagnosticadas con frecuencia , como: roturas del menisco, rotura del ligamento cruzado, esguinces de los ligamentos colaterales de la rodilla.