Son muchas las veces que escuchamos estos términos, ARTRITIS o ARTROSIS, pero… ¿significan lo mismo? ¿afectan de la misma manera?

A continuación, explicaremos las principales diferencias entre estas patologías.

Ambas comparten el inicio de la palabra: ARTR- el cual hace referencia a las articulaciones.

El término ARTRITIS hace referencia a la INFLAMACIÓN de una o más articulaciones de nuestro cuerpo. Hay cientos de variedades, pero las dos más comunes son la: OSTEOARTRITIS y la ARTRITIS REUMATOIDE.

La osteoartritis cursa con degeneración y desgaste de piezas articulares tales como el cartílago articular. Con el tiempo termina finalmente en rotura. Este desgaste articular puede provocar reacción inflamatoria. Empeora con la edad.

La artritis reumatoide es un tipo de enfermedad autoinmune. En este tipo de patología, es nuestro propio cuerpo el que lucha contra uno mismo. Las propias defensas del cuerpo atacan a las articulaciones. Esto desencadena una inflamación del revestimiento articular, que finaliza con un daño articular.

Cuando, por el contrario nos referimos a la ARTROSIS, hacemos referencia a una DEGENERACIÓN que afecta a las articulaciones y al cartílago que las reviste. A medida que avanza la enfermedad, el cartílago desaparece provocando dolor intenso y terminando con una deformación ósea. Afecta principalmente a articulaciones como las rodillas o la cadera.

Por tanto, tendremos que tener siempre muy presente el origen de nuestra patología y las formas de aparición de la misma.

Cuando presentéis dolor articular, RECORDAD que el MOVIMIENTO y el EJERCICIO son vitales para mantener un cuerpo activo y sin dolor, así que no dudéis en llamar a vuestro fisioterapeuta cuando haya patología que curse con dolor, pero, ¡no os quedéis quietos en el sofá!